La Diada de 2017 se celebró solo 3 semanas antes del referéndum del 1 de octubre y se erigió en un clamor a favor de la independencia y del derecho al voto. Antes de la manifestación, sin embargo, se guardó un minuto de silencio en recuerdo a las víctimas de los ataques terroristas producidos un mes antes en Barcelona y Cambrils.

El lema principal de esta Diada era «El referéndum es democracia», centrado en la animada y colorista campaña del “Sí”. Como el partidista Tribunal Constitucional prohibió el derecho fundamental a la libre determinación, la ANC continuó reclamando el derecho del pueblo catalán a decidir sobre su estatus político, tal y como lo reconocen la Carta de las Naciones Unidas y el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, ambos firmados y ratificados por España.

El entonces presidente de la ANC, Jordi Sànchez, defendió el referéndum como una herramienta para que los catalanes pudieran expresarse. Encuestas sucesivas demuestran que esta demanda tuvo el apoyo del 80 % de los catalanes. Sànchez reprochó a las instituciones del Estado español que «dieran prioridad a la indivisibilidad de la patria frente a la democracia», al tiempo que criticó el empobrecimiento de la democracia en España, después de numerosos ataques contra la libertad de expresión, la libertad de reunión, el derecho a la información y la libertad de prensa. Ahmed Galai y Adolfo Pérez Esquivel, activistas de derechos humanos y galardonados con el Premio Nobel de la Paz, quisieron destacar que el derecho a la autodeterminación debe ejercerse ‘libre y democráticamente’ e hicieron hincapié en la legalidad y legitimidad del referéndum según la legislación internacional.

La Diada se cerró con la presentación de la campaña por el «Sí» para el referéndum, con coloridos “Síes” repartidos por toda Cataluña: en autobuses, carteles, estaciones de ferrocarril, etc.

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