La Asamblea Nacional Catalana: La Sociedad Civil está construyendo la República Catalana

Desde que se restauró la democracia en España y se devolvieron a Cataluña algunas de sus competencias autonómicas, aunque limitadas, los principales partidos políticos catalanes siempre han apoyado cualquier intento de consolidar la democracia y modernizar el Estado español, tanto socialmente como económicamente. Su implicación en el gobierno de España fue evidente cuando respaldaron la presencia de partidos minoritarios en el Gobierno de Madrid, principalmente al verse amenazados por grandes cambios, como la integración en la UE o la adopción del Euro.

En 2005, debido a una serie de deficiencias en la relación entre Cataluña y el Gobierno central –cuando la democracia española estaba totalmente consolidada y el país era considerado como uno de los mejores ejemplos de la UE de éxito social y económico- el 85 % de los diputados del Parlamento catalán apoyaron una reforma del Estatuto de autonomía para, así, consolidar la autonomía de Cataluña y llegar de una vez por todas a un acuerdo que posibilitara la permanencia de Cataluña en España.

La ausencia de una respuesta contundente por parte de los principales partidos políticos españoles a esta propuesta probablemente sea el motivo por el cual hoy en día la mayoría de los catalanes están pidiendo un nuevo acuerdo.

En 2009 se llevó a cabo la primera votación simbólica por la independencia en una pequeña ciudad catalana, Arenys de Munt. A continuación, cientos de ciudades de otros municipios catalanes se sumaron a la iniciativa y la última fue Barcelona, en 2011, en la que participaron 200.000 personas. Estas votaciones fueron organizadas por asociaciones civiles, generalmente con el apoyo de algunos políticos. La masiva movilización popular que todo ello provocó sentó las bases para la creación de la ANC, en el año 2012.