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IMPUNIDAD DEL FRANQUISMO El Gobierno y la Fiscalía evitan actuar contra los homenajes franquistas en sitios públicos 

El Gobierno en funciones asegura que reformará la ley para impedir los recibimientos a presos de ETA. Sin embargo, asociaciones memorialistas advierten que no ocurre lo mismo con los mítines de apología de la dictadura.

Banderas franquistas en una manifestación en Madrid. EFE

Jokin de Carlos lleva unos cuantos años haciéndose una pregunta que incluye dos interrogantes: por qué y hasta cuándo. Este representante de la Asociación de Familiares de Fusilados de Navarra (AFFNA-36) no entiende cómo puede ser posible que aún hoy se permitan homenajes a la dictadura franquista, la misma que asesinó a los familiares de quienes le acompañan en el día a día de ese colectivo memorialista.

Hay otro detalle que estos días le duele especialmente: el Gobierno en funciones de Pedro Sánchez ha asegurado a través de su delegado en el País Vasco, Jesús Loza, que impulsará una reforma legal para impedir los homenajes a ex presos de ETA. El anuncio llegó tras la polémica levantada por los recibimientos u “ongi etorris” (bienvenidas) efectuados a dos ex reclusos en sus respectivos municipios.

En concreto, el Ejecutivo en funciones plantea impulsar una reforma de la Ley de Reconocimiento y Protección a las Víctimas del Terrorismo de 2011, lo que podría implicar multas a aquellos ayuntamientos que permitan la celebración de homenajes públicos a presos de ETA. La Fiscalía de la Audiencia Nacional también ha anunciado que investigará los recibimientos a ex reclusos.

Sin embargo, no ha habido ninguna mención o iniciativa ante actos como el celebrado el pasado 18 de julio en las calles de Santander, donde tuvo lugar una procesión con simbología franquista que acabó con un mitin en el que distintos oradores hicieron apología del franquismo.

Algunos días después hubo un homenaje al falangista Onésimo Redondo en el Cementerio del Carmen de Valladolid, mientras que el 17 de agosto habrá un acto ultraderechista por los “Caídos de La Garrofa” (Almería). La agenda franquista del mes de agosto se cerrará con otro acto similar en Aguilar de Campóo (Palencia). Son solo algunos ejemplos de un largo listado de eventos caracterizados por los discursos a favor de la dictadura.

“Esos actos son un auténtico horror y una auténtica patada a la democracia: se está homenajeando a responsables de miles de muertos y de muchos años de represión”, afirma por su parte el portavoz de AFFNA-36, quien considera que se trata de “un auténtico escándalo y una mancha en la ética de este país”.

“Aberración”

El representante de la Plataforma Vasca Contra los Crímenes del Franquismo e integrante del Grupo de Memoria Histórica del sindicato CNT, Luis Fuentes, sostiene que estos homenajes “suponen un doble castigo” y una “aberración” para los familiares de las víctimas de la dictadura. “No se cuestionan estos homenajes, sino solamente el tema de los presos. Si decimos que las víctimas son todas iguales, lo son para todo”, subraya.

En ese contexto, Juan Mari Zulaika, ex preso de la cárcel concordataria de Zamora e integrante del colectivo memorialista Goldatu, advierte que se trata de una “discriminación absoluta” hacia quienes sufrieron esos crímenes, al tiempo que critica el “diferente trato” que reciben las víctimas de ETA y de la dictadura franquista.

“Delitos de odio”

José Luis Muga, abogado y miembro de la Federación Estatal de Foros por la Memoria, apunta que los homenajes franquistas no solo constituyen una afrenta a las víctimas de ese régimen. “Lo que es mucho peor –continúa-, no suponen la vulneración de ninguna norma jurídica”.

En tal sentido, Muga recuerda precisamente que un grupo de colectivos memorialistas solicitó la modificación del Código Penal para que esos actos de exaltación del régimen “queden expresamente incluidos como delitos de odio”. Sin embargo, ese reclamo, que llegó al Congreso a través una ley integral de víctimas del franquismo presentada por IU en junio del año pasado, no prosperó.

“Por lo tanto, a día de hoy sólo tendríamos una posible interpretación de los delitos de odio para que se incluyeran de facto los homenajes franquistas, aunque para eso deberían ser los fiscales o jueces de instrucción quienes tuviesen interés por abrir investigaciones y procesos penales. Como bien se sabe, hasta ahora ni uno solo lo ha hecho”, subraya el abogado.

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